HOJAS DE OTOÑO

Duendes del viento,
colchón crujiente bajo mis pies,
manto dorado, ya desteñido,
metamorfosis del alma del árbol
que ya las rechaza,
del alma del hombre…

Infinitas hojas sueltas,
traviesas bailarinas arremolinadas
ahora en reposo.
Corso de estrellas sobre la tierra,
sobre el asfalto mojado,
en el río impetuoso, salpicando el lago.

Plural belleza del paisaje
encantado por las hojas, que aún muertas,
yacen, se esparcen y estrechan,
se hablan, encuentran y apartan,
se esconden, existen y son,
lo que ya antes eran.

Fieles compañeras del camino,
hojas de otoño,
creo que tenemos el mismo destino:
nacimos deseadas, somos plenas en el estío,
envejecemos secas, y caemos
para morir en el olvido.